No es mentira que somos muchos y que estamos molestos, no es mentira que las instituciones están al servicio de los que se cobijan con el Estado para acumular riqueza;es una verdadera lástima que sea verdad la mentira llamada soberanía. Tal vez habitamos un país dónde la decisión de gobernarnos como pueblo es una ilusión, dónde la libertad se viste de traje y se cotiza en la bolsa. Al parecer el destino de México está escrito en ingles.
Después de mostrar las muestras de protestas en contra del resultado anti-histórico y la imposición de un candidato que no representaba la mayoría de la supuesta decisión del pueblo, el flujo informático se saturó de muestras antagónicas. Por un lado tenemos el montaje teatral, dónde los personajes políticos se muestran defendiendo su proyecto de nación, donde los unos desacreditan a los otros,donde nosotros no podemos decidir por los que siguen. De manera paralela se construye por medio de las redes sociales en internet, el espacio utópico dónde la oposición se comunica, se organiza y nutre el acervo gráfico de la época que estamos viviendo, dónde el cambio parece sencillo y lógico.
La lucha social tendrá que recibir una inyección de creatividad para demostrar que el levantamiento comunica el sentir del pueblo, que son los informados, lectores y cultos los que llevan la batuta del movimiento social. Son estas cualidades las que deberán caracterizar todas la manifestaciones de protesta, ser cuidadosos y adaptarse al campo de batalla actual. Es deber de los grupos determinar acciones concretas de acción político-jurídica por medio de la formación de grupos de investigación, los cuales deben tener el dominio necesario acerca de las leyes y de su aplicación dentro del territorio nacional, así como organizar y concretar muestras callejeras, tanto de masa como de grupos reducidos. Es en estos ámbitos (y espero no sean los únicos) dónde la sociedad civil tiene su campo de acción, es el campo donde la batalla social encuentra su razón de ser.
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