Y la campaña de violencia taladrante inició desde el interior de los mas bajos deseos,instintos. Contestamos de la verdadera esencia de nuestro espíritu inconforme.Mientras vivamos y respiremos el aire que nos que nos avientan a cuentagotas, cualquier ocasión se presta para explotar,evidenciar.
Sí estudiamos y estamos en contacto con el leviatán que llamamos Humanidad, citando la voz de un espíritu que se ahoga en la represión, somos malos. Nuestras figuras individuales. Esta aparente idea de armonía niega nuestra naturaleza dialéctica. La pregunta toma forma y se materializa, se concreta. ¿Nuestro sistema de supervivencia regula ese espíritu malignamente honesto?
Una sociedad que se analiza y autorevisa afila la daga de si critica y busca estirar el cuello para respirar sobre la basura ideológica. Tenemos que romper la barrera que limita nuestra capacidad contestataria.
Al percatarnos de la realidad y sus distintas visiones, el crisol analitico, deberiamos de ser fuertes y no doblegarnos ante en el ataque los agentes adoctrinantes y domesticantes de el lado cómodo del neoliberalismo.
... por lo pronto gracias Juana V.
